La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) investigará las operaciones de la minera australiana Southern Gold en Aysén, debido a que no habría sometido a evaluación ambiental 19 plataformas de sondajes, las que están en zona de protección.
La indagación se originó luego que organizaciones presentaron en noviembre pasado una denuncia en contra de la compañía australiana, que a través de la sociedad Southern Gold impulsa el mega proyecto de oro Los Domos, en el sector Ceballos, cerca del hoy Parque Patagonia.
Las entidades denunciantes: Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, la Corporación Costa Carrera y la Agrupación Aisén Reserva de Vida, indicaron en un documento que la minera comenzó a operar sin los permisos respectivos, agregando además que en informes de Conaf y Bienes Nacionales de 2017 se dejó en evidencia que estos trabajos afectaron cursos hídricos presentes en el sector, los que desembocan en el río Jeinimeni.
“Se encuentra afectando el curso de agua permanente aguas abajo siendo depositario de relaves de color plomo desembocando al río Jeinimeni curso de agua limítrofe (Chile – Argentina) y que abastece a la población de Chile Chico como a Los Antiguos para el riego desarrollando actividades productivas y consumo humano”, dice parte del informe.
Las prospecciones, de acuerdo a las entidades que acusaron a la minera australiana, se desarrollaron al interior del sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad “Estepa Jeinimeni–Lagunas de Bahía Jara”, a escasos kilómetros de la zona de Interés Turístico “Chelenko” y a no más de 150 metros de los límites del actual Parque Patagonia y la Reserva Nacional Jeinimeni.
Según la acusación de las organizaciones, la empresa realizó durante los años 2017 y 2018 un intenso lobby para que los terrenos fiscales donde realizó prospecciones fuera eliminado del decreto de constitución del Parque Patagonia, lo que quedó estipulado el 11 de diciembre último al publicarse un nuevo decreto en el Diario Oficial, sin incluir dicha área.
Aunque está recién en etapa de exploraciones, el proyecto Los Domos de Equus Mining ya ha sido priorizado por el actual gobierno en el marco de su Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables, valorizándolo durante la eventual explotación en un rango de entre U$ 600 y $ 1.400 millones de inversión.
De acuedo a los denunciantes, estos serán algunos de los antecedentes que deberá evaluar la SMA, dado que constituye, según ellos, infracción a “la ejecución de proyectos y el desarrollo de actividades para los que la ley exige resolución de calificación ambiental, sin contar con ella”.
Una creciente movilización ciudadana en Puerto Williams y Ushuaia se ha generado luego de conocerse el discreto plan con el que la industria salmonera busca instalarse, a través de cuatro proyectos y 138 jaulas, en aguas del Beagle, según advirtieron desde la ONG Greenpeace “La salmonicultura ha terminado por convertirse en una amenaza binacional» señala Estefanía González, coordinadora del área de océanos de la organización ambiental.
Como una seria amenaza al patrimonio medioambiental de la Patagonia chilena y argentina calificó la ONG Greenpeace al que calificaron “silencioso intento de expansión de la industria salmonera”, ahora en aguas del Canal Beagle, idea que ha generado en las últimas horas una serie de manifestaciones y protestas en Puerto Williams y Ushuaia.
De acuerdo a la información disponible, la empresa Nova Austral lideraría la iniciativa, la cual contemplaría en una primera fase cuatro proyectos y 138 jaulas que se ubicarían en distintos puntos del Beagle.
“No podemos creer que, con todas las graves y nefastas consecuencias que ha tenido la salmonicultura en amplias zonas del mar austral de Chile, ahora busquen instalarse en el Beagle. Parece no haber sido suficiente que se haya arrasado con amplias zonas de nuestro océano, sino que ahora lo quieren hacer en el mar que es la puerta de entrada a la Antártica. Denunciamos esta ambición sin límite y, por supuesto, nos declaramos en estado de alerta por esta grave amenaza”, señala Estefanía González, coordinadora del área de océanos de Greenpeace.
De acuerdo a la ONG, en Puerto Williams los permisos ambientales entregados en su momento a la salmonicultura datan de hace más de una década, los que serían inválidos en la actualidad, ya que esos permisos vencen después de cinco años de no haberse concretado las operaciones. “No haber caducado esos permisos ambientales y las concesiones a la empresa ha sido una negligencia inaceptable”, señalan desde Greenpeace a través de un comunicado.
No solo eso, ya que la zona es territorio de comunidades yaganes que no han sido consultadas por estos proyectos -como obliga la normativa vigente- y que, en todo caso, ya han manifestado su rechazo a la instalación de salmoneras en sus históricos territorios.
Así lo plantea David Alday, representante la Comunidad Indígena Yagán Bahía Mejillones: “Estamos muy preocupados por el inicio de las actividades de la industria salmonera en nuestra zona ya que sabemos lo nefasto que han sido sus antecedentes a nivel nacional. Sabemos bien el daño que generan a los ecosistemas y al medioambiente. Como pueblo canoero de los canales del Beagle haremos todo lo posible para que no llegue esta industria. Por lo demás, la empresa que busca instalarse no ha tenido ningún contacto con las comunidades yaganes, pese a que tienen la obligación de hacerlo”.
“A todo este panorama se suma que la industria del salmón busca operar en una zona declarada Reserva de la Biósfera, es decir, un ecosistema terrestre y marino de alto valor que debe ser especialmente cuidado, no solo para el país, sino para los equilibrios ambientales del planeta”, explica Estefanía González.
Por último, la ONG ambiental emplazó al Gobierno a pronunciarse respecto de este intento de instalación de las salmoneras en el Beagle. “Las autoridades no pueden quedar silenciosas y deben tomar una posición clara de protección a nuestro patrimonio medioambiental. El Beagle no puede convertirse en un nuevo foco de daño ambiental por parte de las salmoneras. Sería un daño irreversible”.
Escaso interés y cobertura ha encontrado esta noticia en los medios de prensa de la región de Magallanes.
La firma salmonera buscará procesar toda su producción de la región de Magallanes en Punta Arenas. A su vez, podrá prestar servicios a otras empresas que operen en la zona.
Fuente: Aqua.cl
Nos preocupa como Observatorio Ciudadano de DDHH de Magallanes, el riesgo de impacto ambiental que esta instalación industrial puede producir en las proximidades de la ciudad de Punta Arenas y en el estrecho de Magallanes.
Los planes de Salmones Blumar, en la región de Magallanes, comienzan a tomar más fuerza. Cameron, filial de la compañía ligada a las familias Sarquis y Yaconi-Santa Cruz, presentó ayer al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) una solicitud destinada a construir e implementar una planta de procesos para toda su producción de salmones en la región austral. La firma que se constituyó para el proyecto en Magallanes se denomina Bluriver e inició el proceso de cultivo en agosto pasado. Ahora bien, de aprobarse la construcción de la planta y según el calendario previsto, la unidad productiva estaría en condiciones de cumplir sus funciones en 2020. La empresa también prevé que el plantel preste servicios a otras salmoneras de la zona austral.
Según los antecedentes ingresados, la inversión prevista de la salmonera alcanza los US$24 millones. El objetivo de esta planta es procesar 3.500 toneladas mensuales de materia prima para una producción de 2.625 toneladas por mes de producto terminado. Lo anterior está distribuido en dos líneas de proceso: filete fresco de salmón y congelado, y producto entero fresco y congelado.
Dada la experiencia ocurrida con el proyecto de tronaduras en Mina Invierno en Isla Riesco, donde el gobierno de Piñera revirtió la decisión negativa tomada por el gobierno de Michelle Bachelet y el Intendente Jorge Flies, es altamente plausible que las autoridades regionales, sectoriales y locales del actual gobierno, faciliten la tramitación del proceso de validación ambiental de este proyecto de planta procesadora de salmones.
De allí la importancia y la relevancia de la denuncia y la movilización de la ciudadanía y de las organizaciones medioambientales para enfrentar el proceso.
Según la información disponible en la compañía salmonera se señaló que la construcción de la unidad productiva utilizará un total de 180 trabajadores. En tanto, cuando la planta entre en operación contará con una dotación aproximada de 430 personas. La planta de proceso es una pieza esencial en un proyecto integral de la empresa, que permitirá a Bluriver contar en forma paulatina con toda la cadena productiva del salmón en Magallanes, es decir, piscicultura (ciclo de agua dulce), centros de cultivo (ciclo de agua mar) y planta de proceso.
En tiempos de las falsas noticias y los rumores convertidos en supuestas verdades, de la arremetida del neofascismo y de los nacionalismos de ultra derecha en Europa y en América Latina, el libro de Naomi Klein La Doctrina de Shock, adquiere notable actualidad.
El libro La doctrina del shock propone que las políticas económicas basadas en la doctrina de Milton Friedman y de la Escuela de Economía de la Universisad de Chicago, denominadas hoy la ideología neoliberal, han alcanzado importancia en países con modelos de libre mercado desregulado no porque fuesen populares, sino a través de impactos en la sociedad a partir de desastres o contingencias, provocando que, ante la conmoción y confusión provocada por la crisis económica, se puedan hacer políticasimpopulares.
Se supone que algunas de estas perturbaciones, como la la guerra de las Falklands, los ataques al Pentágono y el World Trade Center del 11 de septiembre del 2001, el tsunami de 2004 en Indonesia o el huracan Katrina, pudieron haber sido aprovechadas con la intención de forzar la aprobación de una serie de reformas.
El libro tiene una introducción, un cuerpo principal y una conclusión, que se dividen en siete partes, con un total de 21 capítulos.
En la introducción del comienzo y final se muestra la historia de los últimos treinta años de la doctrina de choque económico que se ha aplicado alrededor del mundo, desde América del Sur en la década de los setenta hasta New Orleans en EEUU, después del huracan Katrina. Klein introduce dos de sus temas principales. 1) En donde los profesionales de la doctrina de choque tienden a buscar una pizarra en blanco en el cual plasmar su ideal de crear economías de supuestamente de libre mercado, en el que inevitablemente requiere normalmente una violenta destrucción del orden económico preexistente. 2) Las similitudes entre la crisis económica y la doctrina original de la terapia de choque, una técnica psiquiátrica donde se aplicaron choques eléctricos a los pacientes con determinadas enfermedades de carácter mental.
La ideología neoliberal justifica las violaciones a los Derechos Humanos en nombre de la eficiencia de las empresas, de la libertad de mercado y del lucro como criterio de distribución de la riqueza y de la pobreza.
En la primera parte, el libro comienza y termina con un capítulo sobre psiquiatría y la terapia de choque, los experimentos encubiertos realizados por el psiquiatra Ewen Cameron que trabajaba en connivencia con la CIA: cómo fue un éxito parcial en la distorsión y regresión de la personalidad original de los pacientes, pero ineficaz en el desarrollo de una nueva personalidad mejor. Se hace un paralelismo con la terapia de choque económico, incluida una digresión sobre cómo los organismos gubernamentales se aprovechan de algunas de las lecciones aprendidas para crear más eficaces técnicas de tortura. La tortura, según Klein, a menudo ha sido una herramienta esencial para las autoridades que han aplicado las reformas agresivas del mercado libre y se hace hincapié en esta afirmación a lo largo del libro. Ella sugiere que por razones históricas el movimiento de derechos humanos ha retratado a menudo la tortura sin explicar su contexto, lo que ha hecho que con frecuencia aparecen como hechos inútiles de sadismo.
El segundo capítulo presenta a Milton Friedman y su escuela de Economía de Chicago, que Klein describe como líder de un movimiento comprometido con el libre mercado con las mismas regulaciones que antes de la Gran Depresión.
El golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, parte de la estrategia de shock del capitalismo
El primer lugar donde es aplicada la doctrina del shock diseñada en EUA es en el golpe de Estado de 1973 en Chile dirigido por Augusto Pinochet.
A continuación se analiza el uso de la doctrina de choque para transformar las economías de América Latina en los años setenta, centrándose en el cruento golpe de 1973 en Chile,dirigido por el general Pinochet y la derecha política y empresarial chilena que gobernó 17 años con el dictador. Se estudia la aparente necesidad del apoyo de la tortura para las políticas impopulares asociadas a la terapia de choque.
En seguidarefiere a los intentos de aplicar la doctrina de choque sin la necesidad de violencia extrema en contra de amplios sectores de la población. La terapia de choque leve de la conservadora Margaret Tatcher explica cómo se hace posible con la guerra de las Falklands de 1982, mientras que la reforma del mercado libre en Bolivia ha sido posible gracias a una combinación de una preexistente crisis económica y el carisma del economista neoliberal Jeffrey Sachs.
En el siguiente capítulo, se analizan y describen informes sobre la forma en que la doctrina de choque se aplicó en Polonia, en Rusia, en Sudáfrica y en el sudeste asiático, durante la crisis financiera de 1997. Para la doctrina o la ideología neoliberal, efectivamente las crisis son oportunidades: oportunidades de lucrar, de aumentar la desigualdad social y económica, de enriquecerse a costa de la explotación de los trabajadores y de los recursos naturales.
En el capítulo V, se introduce el complejo capitalismo de desastres en el que la autora describe cómo las empresas han aprendido a sacar provecho de tales desastres. Ella habla acerca de cómo el mismo personal pasa fácilmente de puestos relacionados con la seguridad y defensa de los organismos públicos de los EEUU a puestos en empresas lucrativas.
En la 6a parte del libro, se discute lo que ha pasado en Irak tras la invasión del año 2003 que Klein describe como la más compleja doctrina de choque con una plena realización que jamás nunca se ha intentado.
Irak es hoy el mejor modelo de la doctrina de shock neoliberal: un país desvastado, destruido, dividido, que no es dueño de su petróleo, que sigue invadido por tropas extranjeras, con una democracia protegida por los soldados estadounidenses, inseguro, acosado por los ataques terroristas y donde ninguna potencia podría invertir sin el respaldo de EEUU.
Irak es hoy una colonia americana, es un gran campamento petrolero de los Estados Unidos.P
En el último capítulo se examina acerca de los ganadores y de los perdedores de la terapia de choque económico, de cómo reducidos grupos o las oligarquías económicas y financieras locales, a menudo prosperan moviéndose a lujosos barrios privados, mientras que grandes sectores de la población se quedan con la decadencia de la infraestructura pública, la disminución de los ingresos y el aumento del desempleo.
Países desvastados por las políticas noliberales, como es el caso de la Argentina de Macri, con más de 50% de inflación, o arrastrado a la corrupción política y empresarial como el Brasil de Bolsonaro, son ejemplos de xla aplicación de la ideología neoliberal, basada en una estrategia de shock: usar las crisis económicas como oportunidad para la violación masiva de los DDHH y destruir las riquezas nacionales.
En la conclusión no se recapitula sobre el resto del libro, sino que se habla de la reacción contra la doctrina del choque y sobre las instituciones económicas que la propagan como el FMI y el Banco Mundial. América del Sur y el Líbano post-2006 se analizan como fuentes de noticias positivas donde los políticos están dejando atrás políticas de libre mercado redescubriendo al rol del Estado y la importancia de la democracia y la defensa de los derechos humanos, con alguna mención de la campaña de la comunidad de activistas en Sudáfrica y China.